Hace años mi Padre me dio un instrumento diciendo que el instrumento lo había escogido a el; y por mucho tiempo lo aprendí e intenté creer que también me había escogido. Pero la realidad es que nunca sentí eso.
Viviendo en la playa años más tarde llegó a mi un ukelele y sentí ese momento en el que sabes a conciencia que tú Ser se funde con el sonido que provoca tu piel en el . Me dio momentos irrepetibles y su fácil y delicada forma de sonar se apoderó de mi .
Mi momento más íntimo con la creación fue al escuchar cantar mi ukelele con el sonido del viento; no tuve que tocarlo, no tuve que intentar ser la mejor , no tuve que impresionar a nadie , solo tuve que levantarlo y ser parte de el mientras el viento lo acariciaba y cantaban sus armonicos. Ahí de pie, sola el ukelele el mar y yo . La manera más fácil es fluyendo y siendo una extensión de una melodía conocida pero a veces olvidada.
Adassa del Angel