Normalmente al escuchar una canción un sentimiento nos envuelve y nos dejamos llevar..
Hay quienes regalan chocolates, flores o peluches, y hay quienes regalan canciones. He descubierto una forma sencilla de decir te quiero con cuatro cuerdas, y aunque parezca difícil en realidad no lo es. En mi caso siempre me llamó la atención la música, y el Ukulele se volvió parte de mi equipaje cuando descubrí que cuatro cuerdas bastan para acompañar mi voz, que una cuerda hace un C o un Am, y que el tamaño se ajusta perfecto para poder sostenerlo con el antebrazo.
Mi frustración siempre era no poder alcanzar bien las cuerdas de la guitarra, o no tener la suficiente fuerza para pisar una cuerda en el traste correcto y que un G sonara perfecto, y de la cejilla ni hablamos, pero como me apasionaba la idea de tocar, las limitaciones fueron desapareciendo.
Siempre había querido tocar mis propias canciones, y ahora que lo he conseguido me llena de felicidad, tanto que puedo compartirles que he llegado más allá..
He podido decir "Te quiero" y solo me tomó un poco de mi tiempo, cuatro cuerdas, y un café.
Maridel Hernández