¡Qué onda, amigxs!, ¿alguna vez se han preguntado cómo es trabajar en Ukulelería?, pues hoy les voy a contar un poco de mi experiencia trabajando en este mágico lugar.
Comienzo el día transportándome en metrobús; siempre bajo en estación Durango y camino de 10 a 15 minutos aproximadamente. Si ustedes quieren visitarnos, también bajan en esta estación y no quieren caminar, pueden tomar un camioncito que les dejará a unos cuantos pasos de la tienda; en lo personal siempre prefiero caminar para comenzar a activarme.
Una vez que llego, lo primero que hago es abrir y poner todo en orden, limpiar, afinar ukus, prácticamente dejar todo bien lindo para cuando ustedes vengan a visitarnos.
Una vez que todo está listo es el momento en el que busco spots lindos para crear contenido para nuestras redes y que siempre estén actualizados de todo lo que tenemos. Por ejemplo, hoy hice algunas fotos de esta guitarra de Bamboo. Si quieren ver el resultado final, ¡corran a seguirnos en Instagram ( @ukuleleria).
Después de lograr el resultado esperado, me preparo un cafecito para editar el post de hoy, escribir blogs y estoy más que preparada para conocer a muchos de ustedes!
Como ustedes ya deben saber, en Ukulelería tenemos un ritual al que llamamos “Campanazo”, que básicamente consiste en que nos regales un momento para tocar la campanita mientras dices “Soy Perenganita y este es mi primer ukulele”; todo esto para que se lleven la mejor experiencia, el mejor recuerdo de su visita y porque amamos convivir con ustedes y verlos disfrutar de su nuevo instrumento. Hoy nuestra amiga Karen pudo tener la experiencia completa.
Y pues bueno, por hoy terminamos el día y es hora de irnos a descansar para tener mucha energía para mañana. Espero que les haya gustado acompañarme en este día, si tienen dudas, comentarios, sugerencias, estaremos leyendo todos los comentarios, y pues nada… síganos en nuestras redes y les esperamos pronto por acà ¡byes!
Con amor, Steph.